miércoles, 23 de junio de 2010

Ensayo sobre la Fenomenología del Turismo

El Turismo visto desde una perspectiva humana / holistica

¿Porque decir que el turismo puede ser visto desde una perspectiva humana / holística?
Porque el turismo como actividad económica ha sido concebido por el hombre y para el hombre, con diferentes objetivos o expectativas para cada quien, donde al final todos persiguen un bienestar personal y comunitario, la búsqueda de una sensación satisfactoria o placentera, para muchos considerada felicidad, algunos logran desconectarse de su cotidianidad e interactúan con destinos y culturas desconocidas. Entonces, analicemos dos enfoques alrededor de la actividad turística; el enfoque positivo que día tras día ha ido ganando adeptos, recibido en innumerables naciones, que lo ven como la oportunidad para salir adelante y lograr el desarrollo humano, social y económico, llamado también progreso de lugares en muchas ocasiones atascados, y en muchas otras más, totalmente inertes.
La actividad turística dependiendo desde el ángulo que se visualice y de la forma como se produzca en una zona o en otra, es muy diversa. A continuación expresaré dos puntos de vista a través de los cuales se pueden apreciar las bondades de la actividad turística, si esta se lleva a cabo teniendo en cuenta el ser humano como epicentro de la misma, ya sea como Estado, cumpliendo con sus funciones al lado del sector privado (gremios), el prestador de servicio con visión de responsabilidad social, el turista como individuo el cual desea interactuar con el destino desde todos sus componentes ambientales, culturales, sociales y económicos. El destino como tal, fuente de desarrollo sostenible de la comunidad y de oportunidad de conocimiento del visitante, y los lugareños como los actores principales de la actividad turística o donde la actividad turística es solo una maquinaria económica donde los beneficios son para los inversionistas y los visitantes.
Entonces veremos cómo actúa cada uno de estos integrantes de la cadena para que la actividad turística se produzca de una manera positiva:
1. Si bien los prestadores de servicios turísticos tienen a su cargo una de las responsabilidades más grandes que es la sostenibilidad del destino, que es en sí, su herramienta de trabajo, tienen también una responsabilidad empresarial y social para con la comunidad y esta se ve reflejada en las condiciones laborales en las que tienen a sus empleados, en el cuidado y protección del medio ambiente, en el apoyo y acompañamiento que hagan a los procesos que vive la comunidad, es decir, si los prestadores de servicios turísticos son responsables en su desempeño, seguramente la actividad aportará efectos positivos a la comunidad y a la economía como tal.
2. Si el turista cuando llega a su destino es consciente de la situación de la comunidad y respeta las costumbres e interactúa con ellos con el objeto de conocerlos, entenderlos, compartiendo actividades diarias o aquellas que les permitan suplir o mejorar las condiciones de vida, estará aportando también para que los efectos positivos del turismo se reflejen en el bienestar del destino y por ende, de la comunidad.
3. Si los lugareños tienen un papel protagónico y encuentran en la actividad turística es una vía para avanzar en las metas y ven que sus derechos son respetados y valoradas sus costumbres, también de esta manera el turismo tendrá efectos positivos que redundarán en el desarrollo del individuo como persona y en la comunidad como unidad.
4. Si el Estado está cumpliendo con sus funciones en cuanto a la planeación, diseño, construcción y adecuación de la infraestructura, promoción, capacitación, control, supervisión y evaluación de estrategias, se estará aportando sobre los factores básicos para la prestación positiva del turismo como actividad tanto económica como humana y social.
5. Si los gremios aunadamente defienden y respetan al turista y luchan por sus intereses sin perjudicar los del turista, si dentro de sus prioridades está la conservación del patrimonio cultural, histórico y natural, siempre habrán efectos positivos, porque se va en pro del ser humano como tal, como protagonista de la actividad y como principal objetivo para que la misma se desarrolle.
Ya vista la actitud positiva de los actores del sector y los efectos positivos del turismo como actividad social y económica, ahora veremos lo que ocurre en destinos donde los efectos son negativos debido a las malas prácticas y a la poca responsabilidad empresarial y social de los actores en las cadenas productivas del mismo, incluyendo también a entes locales y al turista, como actores ajenos socialmente a la actividad.
1. Si los prestadores de servicios turísticos están aislados de la realidad local y su responsabilidad empresarial y social es deficiente y las normas turísticas no están definidas o no se hacen cumplir, los resultados negativos conllevarán a la explotación laboral al ofrecer trabajo, en algunos casos, en condiciones infrahumanas, al marginamiento de los locales, al ignorarlos para la contratación de los empleados, a la destrucción del destino en lo relacionado con el medio ambiente dándose sobre explotación de playas, sin tener en cuenta la capacidad de carga, la contaminación de aguas, uso excesivo de energía, entre otras y la indiferencia social referente a la comunidad como tal, al irrespetar sus costumbres o ser indiferentes en el apoyo de la comunidad con la venta de sus productos autóctonos dejando de utilizar sus servicios.
2. Si el turista es ajeno a las costumbres de la región de destino y su nivel de vinculación con la comunidad es nulo y por el contrario, rechaza o interactúa con temor y prefiere mantener una actitud altruista frente a estos, los resultados serán muy negativos ya que los locales verán al turista como un extraño, como sucede en las comunidades indígenas o aborígenes, y su forma de reaccionar ante estos será de rechazo, entorpeciendo la dinámica que se debe dar en la actividad turística.
3. Si los locales no fueron concertados o al ser concertados están en desacuerdo o su vinculación en los procesos turísticos, llámese construcción de infraestructura, puesta en marcha de un proyecto, actores importantes en la cadena productiva y producto interno de la misma actividad, estos verán la actividad como un proceso ajeno a sus vidas, más aún cuando los beneficios que deben recibir son mínimos o inexistentes y sienten que el cambio en las condiciones o calidad de vida ha sido perjudicial, más bien en detrimento de sus costumbres. Ejemplos de ello son el acceso al agua potable, energía y otros servicios básicos que en algunos casos los poseen sólo complejos turísticos. Cuando sienten a los prestadores o empresarios como enemigos o no aliados para luchar por sus derechos ante los entes correspondientes.
4. Si el Estado tiene poca disposición a cumplir con sus funciones y considera que las debe suplir el sector privado porque es quien directamente se beneficiará, si la legislación en torno a la práctica turística deja de garantizar los derechos y deberes de los actores, si el desarrollo de la gestión para lograr los recursos necesarios para la planeación, promoción, capacitación, etc. de los actores del sector es insuficiente. Los efectos serán negativos porque la actividad será una rueda suelta sin control que dirima entre las partes, sin autoridad que ejerza preocupaciones por los involucrados y con resultados catastróficos tanto naturales, sociales, culturales y económicos.
5. Si los gremios disfuncionan sus metas cada uno para su beneficio y como unidad es imposible actuar y luchar por intereses comunes, si crean estrategias individuales que imposibiliten la consecución los objetivos gremiales, el sector como tal será un conjunto de empresas que se manejan sin directrices y con objetivos que en muchas ocasiones, individualmente, son inalcanzables.
Visto estos dos enfoques desde la posición de cada uno de los actores del sector podemos afirmar que depende de cómo se conciba la actividad y la actitud, posición y responsabilidad de todos y cada uno de los actores como un conjunto, así serán los resultados. Concebido así, el turismo es y será el gestor de desarrollo humano, social y económico del siglo XXI si y solo si, cada uno de los involucrados en el mismo asumen su papel protagónico con responsabilidad social con el propósito de que la actividad sea el motor generador de desarrollo en los tres aspectos y en donde lo prioritario es el ser humano y el mejoramiento de su calidad de vida.


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